Bebé, 00:00 horas. Llanto. Le das de comer, pero no quiere más. Sigue llorando. Lo cambias. Sigue llorando. Lo paseas. Sigue llorando. Le cantas. ¿Te suena?
Este es el principio de una noche que puede llegar a ser muy divertida en sentido retórico, claro está.
Las noches con un bebé pueden llegar a ser muy largas y duras. Durante los primeros meses no distinguen entre la noche y el día y eso para nosotros los adultos puede llegar a ser una tortura, ya que implica muchas noches en vela o muchos despertares.
Imagina esto con el bebé en otra habitación. Despertándose a cada hora porque no enlaza las fases de sueño todavía. Desplazándote a otra habitación cada vez. Venga el paseo, haciendo km. Que al final tu reloj te da la enhorabuena antes de las 7 AM porque has conseguido 8000 pasos.
Ahora imagina lo mismo con tu bebé pegado a tu cama o dentro de ella, ahora hablaremos en profundidad de esto. Se despierta, lo pones al pecho y a dormir de nuevo. Se vuelve a despertar y como te has quedado dormida con el pecho al aire, ni te hubieras enterado de que se ha despertado si no fuera porque notas succión en el pecho de nuevo. Se ha cogido solo cuando se ha despertado. Y así durante toda la noche. Tu reloj piensa que estás durmiendo porque todo el tiempo tienes ritmo cardíaco bajo, así que no cuenta contigo.
¿Qué tipo de noche prefieres tener?
Tu reloj por supuesto la primera. Si por él fuera, ¡movimiento a tope! Pero tu acabas machacada y durmiéndote por las esquinas.
Despertarse mucho por las noches es duro, por eso se hace más llevadero si no te levantas de la cama y te duermes en unos minutos.
Por supuesto que en cualquiera de los dos casos podemos tener una noche en la que si te tienes que levantar porque ya no sabes que hacer, pero son las menos.
¿Y qué es el colecho?
El segundo caso. Dormir con tu bebé.
Puede mejorar tus noches. Por norma general, el bebé se despierta menos por la noche porque se siente seguro. Te huele y sabe que estás ahí. Con lo que podría haber sido un despertar, ha sido un micro despertar y ni te has enterado.
Nosotros tenemos micro despertares también. Pero no somos conscientes, cambiamos de postura, nos tapamos o destapamos, etc.
Además, evitas paseos nocturnos. No salir de la cama en toda la noche, hace que descanses más y evitas desvelarte.
¿Y cómo lo puedes hacer?
Puede ser dentro de la misma cama o el bebé con la cuna pegada a la cama.
Parece algo sencillo, y lo es, pero hay ciertas pautas a tener en cuenta.
- Si el bebé es prematuro no se puede hacer este colecho.
- No tapar al bebé más allá de las axilas, de hecho, si se puede evitar, es mejor ponerle un saco que una sábana o una manta, pero eso con los tres en la cama es difícil. Hay que evitar cualquier riesgo de asfixia.
- El bebé no debe apoyar la cabeza en la almohada hasta los dos años.
- Los papis no deben ser fumadores ni beber alcohol en ninguna ocasión.
- Controlar la temperatura del bebé. Si duerme en la misma cama puede que tenga calor.
Existen dos formas de tener un colecho más seguro, uno es con la cuna pegada a la cama y la otra con un nido de colecho entre vosotros. De esta forma el bebé tiene su espacio.
Dormir con la cuna completamente pegada a la cama es la forma más recomendable. ¿Por qué?
El bebé duerme de forma segura en su cuna, sin sábanas ni mantas, sin que nadie lo mueva porque cambia de postura, sin exceso de temperatura y con mami y papi justo a su lado, que le pueden dar la mano, puedes estar incluso pegado a él hasta que se vuelva a dormir, y así dormir los dos rápidamente y de manera segura.
Además, como he comentado, tiene delimitado su espacio, lo cual ayuda a todos a dormir mejor, en especial cuando se mueven más.
En este caso la parte más importante es anclar la cuna a la cama con cintas. De esta forma no se despegará de la cama de ninguna manera.
Dormir con tu bebé es bueno para todos. Además, durmiendo en la misma habitación puedes atenderlo más rápido. Si está en otra, puede que no te enteres si tiene algún problema o que llegues demasiado tarde.
Por eso, aunque no sea en colecho, se recomienda dormir en la misma habitación que el bebé durante el primer año.
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