Esta puede ser una palabra que nos asuste. Bien por qué no queremos que llegue o bien por qué queremos hacerlo y no sabemos cómo.
Nuestra idea es mantener la lactancia más tiempo, pero nuestro peque ha decidido mamar cada vez menos. Ha perdido el interés por el pecho y eso nos entristece.
Esto es un destete natural, el bebé ha decidido que ya no quiere más teta. Es la forma más fácil que existe para quitar el pecho. Pero es la más dura para nosotras, porque no es una decisión que tomemos, sino que lo ha decidido tu peque.
Quédate con todo lo que habéis disfrutado, las miradas de amor y los momentos mágicos. Todo tiene un principio y un fin, y hay que aceptar que esta experiencia está terminando y eso no es ni bueno ni malo, sino que dará paso a otros momentos y otras experiencias.
Este es una de las opciones de destete, pero ¿y si eres tú la que ha decidido que es el momento?
En este caso va a ser el peque el que se sienta como he descrito antes, triste, porque es una decisión que no ha tomado él.
Si te paras a pensar, esta es una etapa que nunca llega por consenso, es decir, nunca vais a ser mami y bebé los que decidáis hacer un destete. Siempre será uno de los dos el que tome la decisión. Con lo que para el otro será un proceso duro, porque no quiere hacerlo.
En este caso, si la decisión la tomas tú, ¿cómo lo puedes hacer? Pues de forma gradual. Si quieres hacerlo de la manera más respetuosa posible tendrá que ser poco a poco. Además, tu pecho también necesita adaptarse poco a poco a esta nueva situación. Así que para ambos lo mejor es hacerlo lo más largo posible.
Según lo largo que lo quieras hacer hay varias formas de hacerlo:
- Distraerlo. Puedes hacerlo antes de que pida o cuando ya ha pedido. En el primer caso, sabiendo cuando suele pedir, te puedes anticipar. Ofrécele jugar a algo que le guste y con lo que se entretenga, salir a dar una vuelta, ir al parque, etc. En el segundo caso, puede que te cueste un poco de convencer, pero de la misma manera, dile de ir al parque, pintar, jugar a algo que le guste mucho, contar historias, leer, etc.
- No ofrecerle, ni negarle el pecho. Esto puede alargar bastante el proceso. Pero funciona bastante bien en niños mayores, ya que suelen estar más distraídos jugando.
- Sustituirle tomas. Cambia el pecho por leche artificial. No es necesario que se dé en biberón, existen más opciones. Hay que tener en cuenta la edad del bebé. Por ejemplo, si tiene 7 meses puede ser en vaso de aprendizaje y si tiene 2 años en un vaso.
- Acortarle las tomas. Según la edad que tenga puedes hacerlo de una forma u otra. Si es más peque puedes decirle que hasta que acabe la canción puede estar en el pecho, por ejemplo. Y si es más mayor puedes contarle hasta 20, por decir un número.
- Aplazarle las tomas. Esto funciona con niños más mayores, que entienden lo que les estás diciendo. Cuando te pida le puedes decir, vamos al parque y en volver te doy o pintamos primero y luego teta. Las opciones tienen que ser con cosas que les guste y les motive.
Cambia las rutinas. Modifica algunas acciones que antes hacias. Intenta consolar de otra forma que no sea con el pecho, y evita ponerte en lugares donde le das de mamar.
Este proceso será más sencillo para ambos si puedes apoyarte en el papi o en familiares. Ya que ellos pueden ayudar mucho tanto para ofrecerle la leche como para distraerlo, etc.
Y la parte más importante. El pecho no es solo leche, no es comer. Son infinidad de cosas, por lo que al quitar el pecho intenta que solo se elimine la leche materna, pero no todo lo demás. Pasa mucho tiempo de calidad con tu peque, cógelo, abrázalo, y dile que lo quieres, que, aunque la teta no esté mami, le quiere igual. Hablar con el peque y explicarle la situación también forma parte del proceso y puede ayudar, aunque sea muy peque.
Es un proceso muy personal, por lo que depende de la mami, el bebé y las circunstancias. Te podemos acompañar a través de las asesorías personalizadas.
Recuerda que como cualquier proceso requiere de paciencia, amor y respeto.
