La vuelta al trabajo tras la maternidad es un momento lleno de emociones encontradas. Por un lado, sabes que ese momento tiene que llegar antes o después pero no te sientes preparada; por otro, la preocupación por cómo esta transición afectará la lactancia y el vínculo con tu bebé. Si te encuentras en este proceso, quiero hablarte de herramientas esenciales que pueden hacer esta etapa más llevadera.
Retomar la vida laboral implica muchos desafíos para una mami. La preocupación principal respecto a la lactancia, suele ser cómo mantener la producción de leche y asegurar que el bebé siga recibiendo su alimento óptimo, incluso cuando no estés físicamente presente.
Este desafío se acompaña de la incertidumbre sobre cómo extraer y conservar la leche de manera eficiente y segura, garantizando que tu bebé reciba la mejor nutrición posible.
La logística de mantener la lactancia puede parecer abrumadora, especialmente cuando se piensa en la conservación y el almacenamiento adecuado de la leche materna.
El estrés de no encontrar las herramientas adecuadas para extraer y conservar la leche puede llevar a una disminución de la producción de leche, afectando la lactancia y, en consecuencia, el bienestar del bebé. La preocupación por perder este vínculo tan especial que has construido a través de la lactancia puede generar ansiedad y hacer que te cuestiones si estás tomando la decisión correcta al volver al trabajo. Aunque cuando lo hacemos, sabemos que es por pura necesidad y que no podemos alargar más el proceso. Esto da para hablar largo y tendido.
Además, la falta de información sobre cómo manejar la lactancia y el trabajo simultáneamente puede hacerte sentir sola en este proceso, aumentando la sensación de inseguridad y duda.
Para superar estos desafíos, es fundamental contar con las herramientas adecuadas. En primer lugar, trabajar esa parte emocional, cómo te sientes.
Las emociones en la maternidad son muy importantes y la sociedad las menosprecia y no las tiene en cuenta. Este cambio no es solo volver al trabajo o solo dar el pecho, va mucho más allá.
Después de esto, ya podemos empezar a hacer un plan de vuelta al trabajo. Hay un curso específico para hacerlo juntas en el que vemos tu situación, barajamos todas las posibilidades y ajustamos en función de tus posibilidades y necesidades.
Como pautas genéricas para volver al trabajo de forma tranquila necesitarás algunos accesorios que te facilitarán el día a día.
Un sacaleches inalámbrico de calidad, que te permita extraer la leche de manera eficiente y cómoda, adaptándose a tus necesidades laborales. Estos dispositivos son discretos, fáciles de usar y transportar, lo que te permite extraer leche prácticamente en cualquier lugar.
Un sacaleches eléctrico doble es el recomendado para crear un banco de leche o realizar extracciones en casa. Haz clic en el botón para acceder a toda la información sobre sacaleches, que te ofrecemos en colaboración con MyLittleBabies.
Las bolsas térmicas para guardar la leche son esenciales para almacenar la leche después de su extracción. Estas bolsas están diseñadas para conservar la leche materna de forma segura. Son muy útiles tanto para cuando extraes en el trabajo como para hacer el banco de leche.
Te dejo aquí los dos formatos, en función de si quieres más o menos unidades.
Por último, no podía faltar la bolsa para almacenar la leche. Hoy en día hay opciones muy disimuladas, ya que parecen bolsos, pero son térmicos. Son una solución práctica y segura para el almacenamiento durante las horas que estás en el trabajo.
Aquí te dejo algunas opciones según tus gustos y necesidades:
La vuelta al trabajo no tiene que significar el fin de una lactancia exitosa. Con las herramientas adecuadas, puedes seguir proporcionando a tu bebé el mejor alimento posible mientras te reincorporas a tu vida profesional. Si no puedes extraer en el trabajo se puede seguir manteniendo la lactancia también.
No estás sola en este camino. Muchas mamis han pasado por esta etapa y han encontrado en estas herramientas el apoyo necesario para hacer de la vuelta al trabajo una experiencia positiva, tanto para ellas como para sus bebés.
Recuerda, la clave está en prepararse, informarse y elegir las mejores herramientas que se adapten a tus necesidades y situación actual.
La lactancia no termina aquí, solo se transforma, y juntas podemos hacer que este proceso sea lo más fluido y gratificante posible.